Cuando ser friki no molaba
Hoy en día ser friki es algo que se lleva con total normalidad, incluso llegas a molar en algunos sitios esto es así básicamente gracias a Youtube y el contenido que se sube a él, cosa que no me parece mal, pero hubo una época en la que ser friki no era tan bueno y serlo te convertía en el bicho raro de la escuela.
Recuerdo que en el colegio éramos tres amigos básicamente los que estábamos enganchados a los animes y series de dibujos animados, uno de ellos tenía una obsesión con Do, Re, Mi, y también estábamos haciendo los primeros pinitos con comics y mangas.
Yo era el más experimentado por aquella época en videojuegos, tenía una Super Nintendo y una Play Station lo cual me convertía en un privilegiado, compartíamos tardes enteras jugando a Super Mario, Crash Bandicoot, Ape Scape, etc, y como no podía ser de otra forma comentábamos nuestras partidas en clase lo cual llevaba a que los machos alfas nos mirasen mal, incluso nos llamaban infantiles y teníamos 9 años no se si esperaban que hablásemos de la deriva del país, ellos en cambio hablaban de programas que veían sus madres lo cual los convertía en jóvenes cotillas. Pero todo esto nos llevo a un nivel de aislamiento momentáneo cuando empezamos a jugar a Yu Gi Oh! Jugábamos en los recreos partidas rápidas y los videojuegos los apartamos para coger las cartas. Cuando nos veían jugar a este juego nos llamaban raros incluso al ver ciertos monstruos, satánicos. Pero todo esto cambio un buen día, en medio de una excursión al campo en la que enseñamos a jugar a varios compañeros y comprendieron que ese juego molaba mucho aunque el macho entre machos alfas se resistía a tragarse su orgullo y juntarse con nosotros aunque eso llevo a que se apartase del resto de niños pero fuimos buena gente y decidimos dejar las cartas para jugar una pachanga de futbol que une mucho.
Todo esto siguió durante el instituto y el acabose fue cuando empecé a interesarme por la música heavy, en ese momento confirmaron que era satánico a tope de power.
En cambio hoy en día podemos ver a gente con todo tipo de merchandaising simplemente porque les ha gustado el dibujo sin saber lo que representa realmente o porque han visto que usa la misma camiseta su Youtuber favorito (ellos no tienen culpa de nada) y esto los acerca más a ellos incluso hace que sean mas atractiv@s para el sexo opuesto y asi de paso se llevan un poco de frote que no está mal.
Esto no es una crítica a los frikis, sino a todos aquellos que alardean de serlo solo por llevar una camiseta de Superman sin saber que realmente que Clark Kent y él son la misma persona.
Tened un poco mas de personalidad y buscar vuestro propio estilo, canta mucho que no sabéis que representan esos símbolos.
Esta es mi crítica social del día, no olvidéis ser buena gente.