El verano pasado escribí un post sobre la tendencia que existe en los medios de culpar a los videojuegos, la música, cine, etc, de ciertos asesinatos. Pues bien esta vez os traigo un asesinato real y el motivo principal de este fueron los videojuegos.
Daniel Petry es un chico brasileño que siempre fue un chico rebelde violento, sus padres cansados de él decidieron desentenderse de su educación así que sus días los pasaba viendo televisión, navegando por internet y escuchando música. Por otro lado tenemos a Gabriel Khun, era el polo opuesto de Daniel, un buen estudiante con una conducta ejemplar pero a pesar de estas diferencias eran amigos y compartían su afición por el juego online Tibia, el cual fue el desencadenante del brutal asesinato, todo empezó después de que Gabriel culpase a Daniel de hacer trampas en el citado juego.
Tras esta acusación Daniel se dirigió hacia la casa de Gabriel, en la que se encontraba solo, y tras abrirle la puerta, Daniel golpeo al muchacho y lo llevo hasta su propio cuarto donde lo violo brutalmente. El joven amenazo a Daniel con contar todo lo que había pasado y esto hizo que montase aún más en cólera, llevándolo a intentar estrangular a Gabriel con un cable pero el muchacho callo desmayado. No satisfecho con todo el sufrimiento que le causo a Gabriel, Daniel encontró un serrucho con el que le corto las piernas al chico mientras aún seguía inconsciente. Este se despertó y vio como su amigo le cercenaba las piernas, la pérdida de sangre y el dolor le causaron la muerte.
Daniel al ser consciente de lo que había hecho intento esconder el cuerpo de su amigo en un altillo pero no pudo cargar con él, así que lo arrastro hasta la entrada de la casa de Gabriel donde lo encontró su hermano.
Existen numerosas imágenes de la escena del crimen, si alguien quiere buscarlas son fáciles de encontrar, yo por lo impactantes de las imágenes no voy a mostrar ninguna aquí.
Esta es la historia que os quería contar, por desgracia este no es el único asesinato que gira en torno a un videojuego.
Siento si alguna persona se siente ofendida por el relato aquí contado.
